Que vivas en este mundo no significa que debas seguir todo lo que haga el mundo, si la corriente te lleva a un suicidio o locura colectiva, es loable que seas un salmón.
No estás ni a las puertas de la locura.
Estás lejos, cada vez más lejos, alejándote cada día más de la locura.
Vas al encuentro.
Te mueves con dificultad entre la confusión y el engaño intentando hallar heroicamente la verdad.
Vas al encuentro de la verdad, al encuentro de lo auténtico, al encuentro de lo genuino, al encuentro de ti, de tu ser y de la verdad que ves al ver los ojos de tus hermanos.