No recuerdes sabores, saborea.
No recuerdes la vida, vive.
¿Recuerdas cómo fue tu primera vez?
–¿Mi primera vez de qué? –me preguntas lógicamente.
Tu primera vez de cualquier cosa, de cada cosa, de todas las cosas.
Recuérdalo, ponte a ello, cierra los ojos y déjate llevar por la sensación que encuentres. No juzgues, no busques que sea tal o cual cosa, simplemente siéntela.
¿Qué fue lo primero que te vino a la mente?
¿Cómo lo sentiste?
¿Te pareció lejano o lo viviste como si estuviera ocurriendo ahora?
¿Cuánto hace que no sentías eso mismo haciendo la misma cosa?