Hay un espacio que es solo tuyo, donde nadie te observa ni tienes que dar explicaciones. En ese lugar de soledad completa puedes desplegar tus alas y entregarte al amor sin miramientos.
Has creído desde hace mucho que lo opuesto al amor es la soledad.
Durante años has oído que lo contrario al amor es el odio.
Cuando te pasaste al camino neoespiritual empezaste a repetir que lo opuesto al amor es el miedo.
Para comprender las cosas necesitas categorizar.
Cuando usas el lenguaje no haces otra cosa que establecer categorías.
Si te preguntas si eso es etiquetar o juzgar, la respuesta es: sí; pero eso no tiene nada de malo, es así simplemente porque el lenguaje se establece sobre esa base.