No te guardes la vida para mañana

no te guardes la vida para mañana

Vivir en el ahora es, además de una bella e inspiradora idea, un ancla que te mantiene los pies a la tierra.

No te guardes la vida.

No te la guardes para mañana.

No seas tacaño con la vida que se ofrece para desplegarse hoy.

Vive la vida viviéndola y disfruta también de lo fortuito y fugaz, aquello de la vida que solo es de usar y tirar pero no de despreciar.

Sí, hay cosas en la vida que no son para quedarse, para acumularse; están ahí solo para un placer frugal, un aprendizaje suave o vaya a saber por qué o para qué, pero no para quedarse.

Lo que sea de usar y tirar no lo guardes, tíralo a la basura, es su lugar.

Pero antes de tirarlo, úsalo, es para eso.

No acumules vida para después.

Lo que puedas hacer ahora no sabes si lo podrás hacer después, no lo hagas si no quieres pero no lo guardes para tener más para un incierto después.

No te guardes la vida, no te la guardes.

La vida es un sustantivo asociado a un verbo, y el verbo es vivir, así que vive.

Lo más elemental que se te pide es que vivas tu vida, lo mejor que puedas, lo mejor que sepas… sí con consciencia, con prudencia, con cautela si quieres también, pero no puedes no vivir, eso es lo único que no acepta la vida.

Vivir, simplemente eso, vivir.

no te guardes la vida para mañana

Imágenes: Ana Yovino en “Antígona”

Cuando llegas a un fin de año, a un año nuevo, a un cumpleaños o cualquier suceso que te invite a un repaso vital, aprovecha para un recomenzar.

Vacíate un poco, sácate el polvo, remuévete el pelo, quítate lo innecesario para andar más suelto.

Fíjate que has ido acumulando a lo largo de los años mucha vida que no es vida, mucha vida que ni es vida, mucha vida que debió ser vivida y su tiempo de caducidad ya se ha cumplido.

Hay mucha vida que has guardado para vivir mañana que ya no puede ser vivida, esa debe ser tirada, esa era la de usar y tirar y era solo para ese día, por si te servía pero nada más, no era fundamental.

Para andar nuevo, despréndete de lo prescindible, suelta equipaje, realinea tu historia, revisa tu pasado y marcha hacia adelante.

Para andar nuevo, no tires todo, no quieras vivir el ahora como un estúpido que piensa que solo existe el presente así a secas y pretende vivir como una rana, una liebre o un gusano, sin memoria, sin pasado, sin futuro, sin ideales, ilusiones ni pasiones.

No, tira todo lo que no te sirva de tu vida a la basura sin miramientos pero cuida de no tirar nada fundamental.

Es más, cuando tires lo caduco saldrá a la luz aquello vivo que debió ser visto y fue tapado por la superficialidad de lo perecedero que llevabas como sucedáneo de vida.

Así que vive el hoy, con su ayer y su mañana.

Vive la vida que tengas para vivir, no la guardes.

Si puedes vivirla, vívela hoy, si no, déjala pasar pero no acumules lo que no sea acumulable.

No te quedes sentado si tu vida no es sentada, levántate si así ha de ser y vive, pero vive ahora lo que sea de este ahora.

Vamos, levántate ya de ese atascadero y sal a vivir tu vida.

Leandro Ojeda López