Cuando estás en un campo yermo con tu corazón en la mano chorreando pedazos y una flor angustiada en el sombrero…
Aunque te falte el aire.
Aunque los días se olviden de ti.
Aunque el amor te dé la espalda.
Aunque tus ojos duelan.
Aunque la mentira rodee tu alma.
Aunque los ciegos te miren con sorna.
Aunque el muro que te salva desaparezca.
Aunque las semillas que sembraste no germinen.
Aunque el techo que pusiste salga volado al viento
Aunque se te seque el agua.
Aunque te empape el sudor del miedo.
Aunque haga aguas tu ilusión.
Aunque pierdas tus piedras de la suerte.
Aunque se pudran los prados que pisaste.
Aunque amanezca nublado cada día de tu verano.
Aunque llueva en la acera por donde pisas.
Aunque las flores se marchiten a tu paso.
Aunque los grillos se callen en tu presencia.
Aunque no puedas articular ningún canto.
Aunque calles tu angustia en plena calle.
Aunque los tristes se rían de ti.
Aunque las hojas secas que pisas enmudezcan.
Aunque los mares se hundan en tu incertidumbre.
Aunque el sol se niegue a verte la cara.
Aunque la luna no salga para ti.
Dibujos: Troche
Aunque no entiendas absolutamente nada de lo que te pasa.
Tu corazón sigue latiendo.
Tu sombra sigue respirando.
Tus pies siguen plantados en la tierra.
Tu cuerpo recibe los rayos del cielo.
Tu alma sigue en esta vida.
Y cada célula de tu cuerpo sigue conteniendo toda la alegría y toda la tristeza del universo.
Leandro Ojeda López